¿Que es el project finance?

El término project finance se refiere a la financiación de grandes proyectos de infraestructuras o energía cuya inversión inicial es especialmente costosa y su periodo de rentabilización muy largo. Sólo en 2015 este negocio movió más de 422.000 millones de dólares, de los cuales aproximadamente un 37% correspondieron a proyectos puestos en marcha en Europa, Oriente Medio y África.

La actividad de project finance está íntimamente ligada al desarrollo de la infraestructura básica de un país y por lo tanto contribuye también a su desarrollo económico. A menudo se complementa con financiaciones otorgadas por bancos de desarrollo como el International Finance Corporation, el European Bank for Reconstruction and Development o el Interamerican Development Bank, que buscan apoyar a proyectos emblemáticos con especial impacto en el país de ejecución.

¿Qué es un project finance?

Por project finance se entiende una financiación estructurada basada en los flujo de caja a largo plazo generados por una sociedad constituida para un proyecto aislado, y tomando colateralmente como garantía los activos de esta sociedad. El verdadero elemento diferenciador de un project finance es que se estructura en base a la predictibilidad a largo plazo de sus flujos de caja en base a una estructura de contratos fijos con sus clientes, proveedores, reguladores de mercado, etc.

Estas características se encuentran a menudo ligadas a sociedades activas en el sector de infraestructuras, energía, renovables, utilities, etc tales como carreteras, plantas eléctricas, parkings de vehículos, aeropuertos, parques eólicos, refinerías, etc…

Ventajas y desventajas

Esta estabilidad y predictibilidad de los ingresos es precisamente lo que permite contemplar estructuras de financiación con un plazo y apalancamiento fuera del alcance de una estructura corporativa con una calificación crediticia comparable. El atractivo de unos plazos más largos y un importe de deuda mayor compensan las potenciales desventajas de las estructuras de project finance tales como unos costes más elevados y unos procesos de cierre más complejos y largos.

En lo que a plazos de financiación se refiere se pueden extender considerablemente, llegando incluso a alcanzar los 30 años para los riesgos de mayor calidad. Igualmente el nivel de apalancamiento puede alcanzar niveles imposibles de igualar por financiaciones corporativas, habiéndose superado en algunos casos un nivel de Deuda: Capital de 90:10.

Otra ventaja es que esta estructura permite al cliente asociar importantes bloques de deuda a subsidiarias concretas sacándolas de su balance corporativo y por tanto no afectando a su calificación crediticia ni a su nivel de endeudamiento corporativo adicional.

Estos esquemas de financiación sin embargo cuentan con un mayor número de restricciones dado que el crédito está respaldado únicamente por su flujo de caja y los activos del proyecto.

Una compañía que desea estructurar un project finance debe acceder a firmar contratos de venta y de suministro por la práctica totalidad de su capacidad y a precios fijos y a plazos elevados con el objetivo de reducir la volatilidad de sus ingresos. Además debe otorgar prenda a los bancos sobre los activos y acciones de la sociedad. Y por último debe someterse a unas obligaciones financieras y políticas ajustadas que aseguren el buen funcionamiento de la actividad.

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