Las empresas y la reestructura de pasivos

No es raro que una empresa, sin importar su tamaño, pierda la liquidez necesaria para pagar sus deudas.

¿La causa?

Existen muchas razones, pero entre las principales se encuentra tanto la caída en ventas como un financiamiento disminuido e incluso nulo.

Está situación pone en riesgo la operación de la firma, por lo que, para enfrentar los efectos de una recesión es necesario considerar una reestructura financiera.

Los grandes corporativos, como Cemex, Corporación Durango, Vitro, Gruma y Controladora Comercial Mexicana de han visto forzados a suspender pagos o realizar planes de refinanciamiento. Sin embargo, son las pequeñas y medianas empresas que se han visto ahogadas por deudas las que más trabajo tienen para paliar una problemática de este tipo.

Este asunto sólo puede solucionarse con una reestructuración financiera. La pregunta entonces sería ¿cuál es el momento correcto para realizar una reestructura financiera?

Los expertos apuntan una serie de indicadores que son una clara señal de que es necesaria una reestructuración de la deuda de una PyME.

Reducción de participación de mercadoDisminución de rentabilidadReducción significativa de ingresosProblemas de liquidezCrisis de liquidezInsolvencia

Por supuesto que una reestructuración no es una lista de buenas intenciones; esta debe de ir acompañada de un plan de negocio muy puntual a corto y mediano plazo.

Uno de los problemas es que la mayoría de los empresarios asocian la idea de reestructuración con un fracaso y suponen que está solo significará su quiebra. Una especie de distribución de los “sobrantes” entre los acreedores.

Está demostrado que entre más de tarde una reestructuración de este tipo, menos posibilidades hay de que está sea exitosa por lo que siempre es necesario estar muy atento de la situación y no dejarse engañar con falsas esperanzas.

Para una buena reestructuración es vital una amplia comunicación entre deudores y acreedores; que estos últimos conozcan y evalúen los planes de la empresa para solventar sus deudas. Un compromiso de ambas partes para la solución de un problema que, en caso de lograrse, beneficiará a todas las partes.

Para lograr este compromiso, estos son los puntos que se deben de tener en cuenta:

Un análisis independiente del plan de negociosLa identificación de activos no críticos o improductivos, posible fuente de pagoLa búsqueda de un acuerdo fuera de corte, pero con especial atención a cualquier acción legal de acreedores Aprovechar todo plan de apoyo del Gobierno

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